Sabiendo cómo utilizarlos, es posible alcanzar estados de relajación extremas, lo que trae a sus vez notables beneficios para la salud, entre los que se destaca la reducción del estrés.
A continuación te explicamos todo lo que tienes que saber sobre la meditación con cuencos tibetanos para que puedas comenzar con ella cuanto antes.
Sobre los cuencos tibetanos
A los cuencos tibetanos se los conoce también como tazón cantador, o simplemente como cantores. En realidad, se sabe que en la antigüedad se fabricaban en el Tíbet, pero se desconoce su origen preciso, puesto que también eran comunes en China, Bután, Japón y Corea.
Estos cuencos están fabricados con una aleación de entre siete y nueve metales que son los que generan, al frotarlos y golpearlos con un taco, la vibración y sonido tan característicos de este artefacto. Los cuencos tibetanos auténticos están fabricados con oro, plata, cobre, plomo, hierro, mercurio y estaño. Los colores que se corresponden con los siete cuerpos celestes, con los siete chakras.
Aunque se sabe que su fabricación se remonta a centenas de años antes de Cristo, no se ha podido precisar el origen de su uso como método de meditación. Se cree que podría haber sido un legado de la antigua religión chamánica Bon, que ya existía en el Tíbet varios siglos antes del arribo del budismo.
En cualquier caso, la meditación con cuencos tibetanos ha traspasado todas las fronteras, y hoy es común en cualquier lugar del mundo. Aunque no es exclusivo de esa disciplina, es muy utilizada en el yoga.
Cómo se realiza la meditación con cuencos tibetanos
Para hacer vibrar y sonar el cuenco, este debe ser golpeado y/o frotado con una baqueta de madera en diferentes partes de la superficie. De esta manera, se consiguen sonidos armónicos, que pueden ser altos o bajos dependiendo de cómo se los haga vibrar. Para utilizar los cuencos tibetanos a forma de meditación, se pueden tomar dos caminos.
Hacer foco en el sonido
Una de las formas más comunes de meditar con cuencos es dejándose sumergir en el sonido que estos generan. Se puede meditar y recitar mantras mientras se hace vibrar a los cuencos tibetanos. Su sonido es tan particular que incluso es una gran meditación escucharlos mientras, simplemente, se respira profunda y conscientemente.La vibración como masaje
Otra posibilidad es meditar haciendo foco en la vibración de los cuencos. Para ello, se debe colocar el cuenco sobre alguna zona del cuerpo. Por ejemplo, si creemos que necesitamos armonizar un chakra, podemos colocar el cuenco sobre la zona del cuerpo asociada a él.Una vez colocado sobre el cuerpo, se debe hacer vibrar. Esa vibración llegará a nuestras células, y se conseguirá así una vigorización física y energética del cuerpo.
Beneficios de la meditación con cuencos tibetanos
Según el maestro bodhisattva tibetano Gwalwa Karmaza, los cuencos tibetanos emiten el sonido del vacío, que es el sonido del universo manifestándose. Su sonido profundo e imposible de imitar con otro elemento trae beneficios gigantes a la salud física y espiritual.
Entre ellos, se pueden enumerar:
- Induce estados de profunda relajación.
- Ayuda a reducir la ansiedad y aliviar el estrés.
- Alivia dolores como la fibromialgias, migrañas, musculación tensionada.
- Mejora la concentración y ayuda a obtener una mayor claridad mental y rendimiento intelectual.
- Aumenta la capacidad de la memoria.
- Mejora los cuadros de tristeza y depresión.
- Mejora la creatividad.
- Equilibra el sistema endócrino.
- Limpia el aura y equilibra los chakras.
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