domingo, 15 de diciembre de 2019

Cómo limpiar cristales con la Luna Llena

 
La Luna lleva milenios ofreciéndonos su influencia. Un baño de energía que nos carga de positividad. Por otro lado, los cristales que utilizamos habitualmente poco a poco van absorbiendo la energía de nuestro entorno. Para que mantengan la energía del principio habrá que purificarlos de cada cierto tiempo. Limpiar los cristales con la Luna es una magnífica opción.
Las malas vibraciones captadas de personas o cosas del ambiente en el que se encuentran desaparecerán. Y es que la luz de la Luna posee un grandísimo poder capaz de limpiar y re-energizar nuestros cristales. Aunque para limpiar los cristales con la Luna vale cualquier tipo de Luna, es recomendable sin duda hacerlo con Luna Llena.

Consejos para limpiar cristales con la Luna

  • Lo ideal es limpiarnos al menos una vez al mes. Para ello, como acabamos de indicar, la Luna Llena resulta ideal. Pero si sentimos la necesidad de limpiarlos más veces podemos usar para ello sal marina o palo santo. Incluso limpiar también los cristales del joyero para que renueven sus energías;
  • En algunos casos resulta eficaz para la limpieza total de los cristales alternar la luz de la Luna con otros métodos de limpieza. De esta manera vibrarán mejor y tendrán mayor poder en los próximos usos;
  • Para limpiar los cristales con la Luna es importante colocarlos en ese lugar del hogar en el que más tiempo reciban su luz. No está de más dejarlos toda la noche. Hay que procurar alejarlos de la luz del sol, pues es posible que aclaren su color original. Aunque no afecte directamente a su energía, sí lo hace a su imagen;
  • Disponemos de cinco noches para realizar la limpieza. Obviamente, la noche de Luna Llena es la más importante y tiene mayor potencial. Pero su energía también estará presente tanto las dos noches anteriores como las dos posteriores a este tipo de Luna. No importa que esté nublado ya que la influencia del satélite de la Tierra atraviesa sin dificultad las nubes.
     
     Ritual para limpiar los cristales con la Luna;
     
    Eliminar las vibraciones que el cristal ha ido absorbiendo en el día a día requiere unos momentos de meditación en paz. Es necesario para lograr así la mayor efectividad posible.
     
    Por ello, antes de colocarlos bajo el influjo de la Luna es recomendable sostenerlos unos instantes en las manos. Cerramos los ojos e inspiramos profundamente por la nariz y exhalamos el aire por la boca.
     
    Es el momento ideal para reflexionar sobre nuestras creencias y de aquello que nos hace felices. Analizar en paz lo que somos y lo que esperamos de la vida. Un repaso a nuestra forma de entender la vida en el que intentaremos eliminar aquello que no nos resulta positivo.
     
    En esta nube de luz en la que nos encontramos pediremos que el cristal que tenemos entre las manos se liberado de las malas energías que alberga.  Gracias a ello conseguiremos conectarlos con su vibración más elevada.
     
    Decimos en voz alta: Pido que la más alta vibración de luz y amor entre en conexión con mi ser más elevado y limpie así tanto la energía no deseada como cualquier tipo de programación previa. A continuación agradecemos tres veces que nos sea concedido lo que pedimos. Sólo queda esperar a que la Luna ejerza su mágico influjo.

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