viernes, 11 de octubre de 2019

El Masaje Metamorfico



La técnica metamórfica es un método simple de auto-sanación y desarrollo personal que actúa de una manera sencilla, eliminando los muchos bloqueos que cada uno de nosotros vamos acumulando a lo largo de nuestra vida. Eso, aparentemente tan sencillo, consigue liberar a la persona otorgándole una gran sensación de paz y una mayor claridad mental. Podríamos decir que se produce una “metamorfosis” de la persona.
A pesar de haber sido descubierta hace más de 50 años, la técnica metamórfica o masaje metamórfico, como muchos la llaman hoy en día, sigue siendo una gran desconocida. Yo misma, que soy una gran seguidora de todo este tipo de terapias alternativas, la descubrí hace tan sólo un par de años. Y realmente sus efectos en mi fueron importantes, por eso os la recomiendo y os invito a conocerla. Para ello empezaré por su historia.

       Historia del Masaje Metamórfico
Durante la década de los 60, el naturópata y reflexólogo británico Robert St. John descubrió la efectividad que sobre sus pacientes tenía tocar lo que algunos reflexólogos llaman “reflejos espinales” y que se encuentran en los pies, manos y cabeza.
 
Robert St. John  observó, a lo largo de su dilatada carrera profesional, cómo a pesar de que durante sus tratamientos los síntomas físicos de sus pacientes desaparecían,  éstos solían dar paso a nuevos síntomas que ocupaban su lugar. Y esto le hizo llegar a la conclusión de que tenía que haber una causa subyacente.
Conocedor del enorme poder que la mente subconsciente tiene sobre nosotros, trabajó en la teoría de que “si la mente tiene el poder de lograr que enfermemos, también puede curarnos”. Por ello empezó a trabajar con la mente subconsciente de la persona.
Si la mente tiene el poder de lograr que enfermemos, también puede curarnos 
 
Y así observó que mientras trabajaba sobre la zona de alrededor del dedo gordo del pie, el paciente a menudo hablaba de su padre, y cuando se trabaja alrededor de la zona del tobillo, el paciente solía contar historias de su madre. Llegando a la conclusión de que al igual que había un mapa físico del cuerpo sobre el que trabajaba la reflexología, también había un mapa psicológico.

Durante su investigación St. John descubrió que los nueve meses de gestación que pasamos en el vientre de nuestra madre están trazados a lo largo de varios puntos localizados en pies, manos y cabeza que se refieren a distintas áreas de la columna vertebral y de cómo el masaje en esos puntos beneficiaba enormemente a sus pacientes. Por eso se la denominó en un principio Técnica de la Terapia Prenatal.

¿Por qué se la denominó Técnica de la Terapia Prenatal?

La importancia del periodo de gestación

Todas las características de la persona: cómo interactuamos y nos comunicamos, nuestra capacidad para responder a las relaciones, etc., se desarrollan en el útero, por lo que cualquier problema que se dé durante este período de gestación pueda afectar nuestro carácter.

Se cree además que la mayoría de los patrones se establecen desde el momento de la concepción hasta el nacimiento. Y que la experiencia del parto también puede determinar nuestra salud física y emocional.

Durante los nueve meses que pasamos en el vientre materno, tenemos infinidad de experiencias.
Sólo durante los primeros meses todo se centra en nuestro crecimiento físico. Una vez completado el desarrollo corporal, el bebé empieza a ser “consciente” del medio en que se encuentra y de su madre.
Durante esta etapa conocida como la aceleración, la madre siente una ligera sensación de aleteo y siente los movimientos del bebé. Pero del mismo modo, el bebé también siente las emociones de su madre. Y, a partir de este momento el bebé pasará los próximos meses en el útero preparándose para abandonarlo y entrar en el mundo exterior.

Robert St John llegó a la conclusión de que si las emociones sentidas en el vientre eran de naturaleza negativa, entonces un niño podría tender a acumular problemas emocionales también durante su vida.
Del mismo modo, aquellos bebés que habían percibido emociones y patrones positivos, tenían más probabilidades de vivir una vida plena, activa y feliz.

Nuestra primera decisión importante en la vida, nos marca más de lo que pensamos…

Aunque parezca increíble, la decisión de nacer es la primera decisión que el bebé debe tomar. Y así:
  • Aquellos bebés que no toman esta decisión, suelen ser personas indecisas durante toda la vida. De eso creedme que puedo dar fe.
Incluso la decisión de nacer por cesárea o parto inducido puede ser tomada por el bebé, por la buena salud tanto de la madre, como suya propia:
  • Si el bebé aun no ha tomado la decisión de nacer y el parto se programa o es provocado, al verse obligados a salir al mundo repentinamente y sin preparación, no es de extrañar que durante toda su vida sientan que no tiene control sobre los acontecimientos.
  • Si el bebé nace cuando decide nacer, será una persona segura de sí misma en su toma de decisiones y con gran control de su vida.
  • Si una persona nace de retraso, podría ser que ellos no fueron capaces de tomar la decisión de nacer, y esto les puede llevar a ser indeciso y llegar tarde a las citas en la vida posterior.
  • Una persona que nació antes de tiempo puede sentir la necesidad de llegar a tiempo y prepararse para las citas muy por delante de tiempo.
  • Un estudio de gemelos ha demostrado que uno de los gemelos es por lo general más dominante. Esto es debido a que aquí la decisión de nacer cuando es tomada por uno de ellos, al otro no le queda más opción que seguirle. Y así, durante la vida, es fácil que necesiten mucho no sólo de su hermano/a, sino de otros para que les ayuden a tomar las decisiones por ellos.

La importancia del nacimiento

Nuestro nacimiento es una de las experiencias más traumáticas por las que pasamos. Cuando dejamos el útero, por primera vez, experimentamos la separación de nuestra madre y esto evoca sentimientos de pérdida importantes.  Toda esta memoria se aloja en nuestra mente subconsciente.



La técnica metamórfica actúa como un catalizador para esta energía (también conocida como la fuerza de la vida), con cuidado para permitir que sea la propia persona quien transforme sus patrones y comience a dejar de ser lo que es, para ser quien realmente puede ser.
Por eso, mientras que las personas suelen recurrir a la medicina o distintas terapias para ser curados de una enfermedad, los que demandan la técnica metamórfica lo que buscan es transformar sus patrones emocionales, mentales y de comportamiento.
Es una herramienta de autorización para que las personas puedan salir de su propio camino, soltando las limitaciones del pasado y sintiéndose libres de condicionamientos para continuar con sus vidas.

Los pacientes que reciben una sesión de masaje metamórfico suelen reportar muchos cambios en su vida. La transformación puede tener lugar tanto a nivel físico, como emocional.

El maravilloso proceso de la transformación

Como ya hemos indicado, la técnica o masaje metamórfico provoca grandes cambios en las personas que lo reciben. Muchos de estos cambios incluyen relaciones más estables, cambios de carrera y, sobre todo, más confianza en su futuro y en sí mismo.

La técnica metamórfica permite que sea la propia capacidad de la persona la que le ayude a curarse y a eliminar los patrones no deseados o limitaciones dentro de su propia vida.

El practicante no es más que el catalizador que permite al paciente encontrarse con esa energía que creó sus patrones limitantes para que pueda eliminarlos a su manera. Sin ninguna influencia en la forma en que el paciente responderá durante y/o después de una sesión. La persona necesita de su total libertad para transformar sus propias energías internas, permitiéndose dejar atrás el pasado de la manera más adecuado. Por eso, el practicante debe permanecer al margen y, simplemente, permitir que la transformación ocurra.

La fuerza de la vida humana o la energía fluye a través de nuestras vidas. Si nuestro cuerpo está bloqueado por acontecimientos del pasado, el flujo de esta energía se detiene y deja de fluir libremente. Eso implica que, en ocasiones, no seremos capaces de seguir adelante y nuestra transformación se detiene, sin permitirnos avanzar, ni dejar de lado nuestros temores y hábitos del pasado.

La Oruga… bonito ejemplo de transformación natural

Un precioso ejemplo de transformación natural es el de la oruga. Inicialmente puede parecer un animal nada atractivo pero llegado un punto de su vida se encierra en un capullo donde empieza a transformarse y una vez terminado su proceso de transformación, se convierte en una hermosa mariposa que ya nunca será capaz de volver a ser oruga.

La naturaleza nos sirve una vez más de ejemplo. La oruga mientras realiza su transformación no puede ser ayudada por fuerzas externas, sino que tiene que desarrollarse naturalmente. Si tratamos de ayudar a la oruga a romper el capullo, nuestra intervención seguramente sería fatal y no permitiría salir a la mariposa.
 
Al igual que la oruga tiene esta capacidad de ser una mariposa, cada uno de nosotros tenemos la capacidad de transformarnos en lo que realmente podemos ser. Y esto es lo que logra la técnica metamórfica para quien la recibe.

Información sobre la sesión de Técnica metamórfica

La mayoría de la gente encuentra las sesiones muy agradables y relajantes.
Una sesión de técnica o masaje metamórfico suele durar aproximadamente una hora en el caso de un adulto. En el caso de los niños suelen ser más cortas.

El receptor se deberá quitar los zapatos y calcetines y se sentará o acostará, dependiendo lo que le indique su médico o terapeuta.

Las sesiones no son de diagnóstico. Como ya hemos comentado, la técnica metamórfica no busca hacer frente a síntomas o problemas específicos, por lo que no hay necesidad de conocer o hacer ninguna historia clínica.

El practicante metamórfico masajea o acaricia con ligeros toques los puntos conocidos como reflejos espinales en los pies, manos y cabeza.

Manteniéndose siempre separado de la consecución de resultados específicos. Esto no quiere decir que no les importe. Simplemente significa que no hacen juicios, ni imponen su voluntad o tratan de dirigir la fuerza de vida de la otra persona de ninguna manera.

Creando un ambiente en el que la fuerza de vida de esa persona es libre de hacer lo que sea necesario. Es decir, la persona tiene la facultad de ser su propio sanador, permitiendo que la energía sea guiada por su propia inteligencia innata, transforme los patrones de manera que sean perfectos para ti.

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