La
energía vital, circula por los canales internos, el sistema nervioso,
los vasos sanguíneos y las glándulas linfáticas del cuerpo. Estos
sistemas se concentran y entrecruzan en el estómago, que actúa como su
centro de control.
Allí
se acumulan las tensiones, preocupaciones y presiones diarias, que si
no se liberan quedan guardadas y difícilmente se van. Estás alteraciones
provocan el laberinto físico de los nervios, los vasos sanguíneos y
linfáticos. Obstruyendo la circulación de la energía.
Los
chakras, son los puntos clave energéticos que poseemos en nuestro
cuerpo. A veces podemos notar que no nos sentimos bien y esto podría
deberse a que estos puntos se encuentran bloqueados.
A continuación, detallo tres ejercicios para desbloquear los puntos clave energéticos para que circule correctamente la energía.
La contracción del centro radical
Exhalamos
despacio y contraemos hacia dentro la zona del bajo abdomen.
Contraemos el músculo del ano y tiramos hacia dentro, como si
quisiéramos aguantar la defecación. Después, contraemos los órganos tan
fuertes como podamos. Finalmente, contraemos en dirección hacia la
columna vertebral, la zona umbilical del abdomen inferior. Este paso
apoya las dos contracciones anteriores, ya que se tira del recto y de
los órganos sexuales hacia atrás y hacia arriba.
Aguantamos
esta posición unos segundos y nos soltamos, volviendo a la situación
inicial. Al cabo de unos segundos repetimos tres veces las tres fases
del ejercicio.
Este
ejercicio libera los bloqueos del primer y del segundo chakra y
estimula la energía Kundalini. Es normal y deseable una creciente
sensación de energía o calor.
La contracción del diafragma
El
diafragma es una placa músculo tendinosa que concreta y separa la parte
superior de la cavidad abdominal de la cavidad torácica. Seguimos en un
estado relajado. Al espirar, contraemos hacia arriba el diafragma
elevándolo hacia la cavidad torácica. Al hacerlo, los órganos del
abdomen superior se ven comprimidos hacia la columna vertebral.
Mantenemos esta contracción unos segundos. Después relajamos unos
segundos y repetimos el ejercicio dos veces más. Notaremos un cosquilleo
o vibración de intensidad diversa, o también calor que puede ser
variable. Esto es por la energetización del chakra del plexo solar,
parte de la energía liberada asciende hasta el chakra cordial, que
también se activa con este ejercicio. Sentimos una sensación de profunda
satisfacción interior.
La contracción de la nuca
En
este ejercicio inspiramos a través de la nariz, continuamos relajados y
contraemos al mismo tiempo hacia abajo la nuca y la barbilla, en
dirección al cuerpo. Al hacerlo, tiramos los hombros hacia arriba, con
lo que el cuello se hace más corto. Mantenemos esta tensión unos
segundos concentrándonos en la nuca. Después, volvemos a relajarnos
completamente y nos dejamos sueltos. Repetimos este ejercicio dos veces
más y nos relajamos de nuevo.
Este
ejercicio disuelve las energías retenidas en el chakra del cuello,
depurando este canal que une la cabeza y el corazón. Cuando se recupera
el flujo energético, sentimos en la nuca y los hombros un fuerte ardor,
acompañado de un sentimiento de fortaleza interior, sinceridad y
autoconfianza. Con este ejercicio se armonizan y equilibran las fuerzas
del yin y del yang.
Si
realizamos los tres ejercicios de contracción explicados, notarás una
clara mejoría de tu estado general. Aunque, te aconsejo no exagerar
estos ejercicios. Realizarlos dos veces al día, por la mañana y por la
tarde, es suficiente.
Lo que nos hace avanzar no es conocer estos ejercicios, sino practicarlos a diario.
No es difícil y os animo a que lo practiques, vale la pena…
JOSEP MASDEU BRUFAL
Naturópata
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