lunes, 30 de septiembre de 2019

DEJA IR A LA GENTE QUE NO ESTÁ LISTA.

No es una actitud de soberbia ni de orgullo, sino de congruencia, seguirás amándolos, pero con otra perspectiva, desde otro nivel de compresión, entendimiento y consciencia.

Es la cosa más difícil que tendrás que hacer en tu vida, y también será la más importante: dejar de estar vinculado con aquellos que no están listos para amarte.

Deja de tener conversaciones difíciles con gente que no quiere cambiar.

Deja de aparecer para la gente que es indiferente a tu presencia.

Deja de dar tu amor y energía a la gente que no está lista para amarte.

Sé que tu instinto es hacer todo lo que puedas para ganarte las buenas gracias de todos los que puedas, pero también es el impulso que te robará tu tiempo, tu energía y tu cordura.

Cuando empiezas a aparecer en tu vida completa y completamente, con alegría, interés y compromiso, no todo el mundo va a estar listo para encontrarte allí.

Eso no significa que tengas que cambiar lo que eres. Significa que tienes que apartarte de las personas que no están preparadas para amarte
.
Si eres excluid@, insultad@ sutilmente, olvidad@ o fácilmente ignorad@ por las personas con las que pasas la mayor parte del tiempo, no te estás haciendo un favor al continuar ofreciéndoles tu energía y tu vida.

La verdad es que no eres para todos, y todos no son para ti. Eso es lo que lo hace tan especial cuando encuentras a las pocas personas con las que tienes una amistad, amor o relación genuina: sabrás lo precioso que es porque has experimentado lo que no es.

Pero mientras más tiempo pases tratando de forzar a alguien a amarte cuando no son capaces, más tiempo te estarás privando a ti mism@ de esa misma conexión. Te está esperando. Hay miles de millones de personas en este planeta, y muchas de ellas se van a encontrar contigo a su nivel, con la vibración de donde están, conectarse con donde están yendo.

Pero cuanto más tiempo te quedes, metid@ en la familiaridad de la gente que te usa como un cojín, una opción de segundo plano, un terapeuta y una estratega para su trabajo emocional, más tiempo te mantienes fuera de la comunidad que anhelas.

Tal vez si dejas de aparecer, serás menos querid@.

Tal vez te olviden por completo.

Tal vez si dejas de intentarlo, la relación cesará.

Tal vez si dejas de enviar mensajes de texto, tu teléfono permanecerá oscuro durante días y semanas.

Tal vez si dejas de amar a alguien, el amor entre ustedes se disolverá.

Eso no significa que hayas arruinado una relación. Significa que lo único que sostenía una relación era la energía que tú y sólo tú ponías en ella. Eso no es amor. Eso es apego.

La cosa más preciosa e importante que tienes en tu vida es tu energía. No es tu tiempo lo que está limitado, es tu energía. Lo que tu das a cada día es lo que creará más y más en tu vida. A lo que le das tu tiempo, es lo que definirá tu existencia.

Cuando te des cuenta de esto, empezarás a entender por qué estás tan ansios@ cuando pasas tu tiempo con gente que no te aporta, y en trabajos o lugares o ciudades que no te convienen.

Comenzarás a darte cuenta de que lo más importante que puedes hacer por tu vida, por ti mism@ y por todos los que conoces es proteger tu energía más ferozmente que cualquier otra cosa.

Haz de tu vida un refugio seguro en el que sólo se permita a las personas que puedan cuidar, escuchar y conectarse.

Tú no eres responsable de salvar a la gente.

Tú no eres responsable de convencerlos de que quieren ser salvados.

No es tu trabajo aparecer por la gente y entregarles tu vida, poco a poco, momento a momento, porque te compadeces de ellos, porque te sientes mal, porque “deberías”, porque estás obligad@, porque, en la raíz de todo esto, tienes miedo de que no te devuelvan el favor.

Es tu trabajo darte cuenta de que eres el amo y la ama de tu destino, y que estás aceptando el amor que crees que mereces.

Decide que mereces una amistad real, un compromiso verdadero y un amor completo con las personas que están sanas y prósperas.

Entonces espera en la oscuridad, sólo por un momento…

… Y mira lo rápido que todo comienza a cambiar.

Feliz Día

Feliz Vida

Feliz Vida Espiritual

Namasté..

domingo, 29 de septiembre de 2019

Las Constelaciones Familiares "Sanacion"

Reconciliarnos con nuestro linaje, con nuestra familia, es la razón de ser de la terapia de constelaciones familiares. No en vano, los expertos se refieren a dicha técnica como «método de la reconciliación».

Partiendo de esta premisa, es bastante razonable asumir que el diálogo, la confrontación de los conflictos, la toma de conciencia de las limitaciones que todos tenemos a la hora de percibir las cosas, la comprensión y aceptación o el generoso y sentido perdón que damos y recibimos, sean capaces de sanar nuestra vida y relaciones, permitiéndonos –desde el orden recuperado con nuestros familiares– hacer borrón y cuenta nueva y construir vínculos más saludables

A partir de ahí, liberados del lastre de la incomprensión, el desafecto, los malentendidos y reproches, y a veces arropados por el cariño y apoyo incondicional de los nuestros, es muchomás fácil transitar en pos de una vida más plena, liberándonos de la pesada carga que suponen los asuntos inconclusos, aún cuando no seamos completamente conscientes de ellos. Es bastante probable que la mayoría de los lectores tengan alguna experiencia en ese sentido, bien sea directamente o a través de alguien cercano.

Sin embargo, el escenario se complica hasta límites insospechados, porque es bastante difícil comprenderlo y explicarlo cuando el efecto terapéutico que buscamos se presenta tras resolver conflictos cuya existencia ignoramos por completo, además de reconciliamos con familiares que no sólo desconocemos, sino que incluso pudieron vivir y morir décadas antes de que nosotros hubiésemos nacido. El lector ha leído bien, aunque no hay inconveniente en repetirlo: resolver conflictos que ignoramos y reconciliarnos con familiares que jamás hemos conocido ni conoceremos. Esa es la parte «mágica» que parece operar en la terapia de constelaciones familiares, así como el pilar sobre que el se sustentan la mayor parte de las críticas de sus detractores.

VIRUS ENERGÉTICOS
 
Para los consteladores familiares todos los seres humanos formamos parte de un linaje, clan particular o sistema familiar integrado por la totalidad de los miembros biológicos de la familia –tanto la de origen como la que hayamos configurado junto a nuestra pareja–, cuyo alcance e influencia energética se pueden extender a cinco o seis generaciones atrás. Además de la herencia biológica que transmitimos a través del ADN y que determina nuestro aspecto físico y ciertas predisposiciones o tendencias, heredaríamos también lo que podríamos denominar «conciencia familiar», que permanece latente a un nivel inconsciente.

Por tanto, se hace necesario entender que el enfoque y punto de partida de las constelaciones es sistémico, es decir, aborda al ser humano como parte de un sistema, atendiendo a las relaciones y al contexto, y no de forma aislada. Como precisa Marta Ocampo, experta en coaching sistémico además de consultora de organización y recursos humanos, «lo sistémico es un modo de pensar en totalidades. Entre otras, sus premisas básicas se pueden resumir en las siguientes: somos seres interdependientes, todo está vinculado y no vemos relaciones ni pensamos en contextos sino en hechos aislados»
.
Apelando a términos informáticos, podríamos imaginarnos a todos los integrantes biológicos de una familia compartiendo una trama o red invisible, una especie de Intranet que les permite compartir algo así como una «conciencia grupal o familiar» de carácter acumulativo, capaz de influirnos individualmente. Al igual que las vivencias y aprendizajes enriquecedoras, aquellos asuntos conflictivos o no resueltos por un familiar también quedan grabados en el servidor del clan, generando un malware o programa malicioso que en la siguiente generación se colará por la puerta trasera y se instalará en el disco duro de un nuevo miembro de la familia.

En un momento determinado, el malware se activará en el nuevo individuo, manifestándose a través de una enfermedad, fobia, conflicto familiar o laboral, etc., brindando la oportunidad a la persona de detectarlo y corregirlo. Si no se logra, ese malware repetirá el ciclo infectando en la siguiente generación a otro miembro de la familia, algo equiparable a una asignatura pendiente para todo individuo de ese linaje, que seguirá siendo un problema generación tras generación, hasta que no sea aprobada por alguno de sus miembros. En nuestra metáfora informática la terapia de constelaciones familiares actuaría como un antivirus, identificando y eliminando el obstáculo, además de optimizar al conjunto de ordenadores en red.

Al respecto, el reputado director escénico, profesor universitario y terapeuta Luis Dorrego –fundador de la empresa Expresión Entrenamiento Integral–, que ofrece formación en técnicas que se nutren de la expresión artística, el coaching y el pensamiento sistémico, apunta lo siguiente: «Se trata de ver a la familia como un sistema, el primario para los humanos, a fin de comprobar que aquello no resuelto en el pasado de nuestras familias y la forma en que (ese evento o eventos) sucedió, resulta determinante para nosotros y las siguientes generaciones. Sin conocerlo a simple vista, estamos sumergidos en el destino de nuestra trama familiar».

EL ALMACÉN DEL INCONSCIENTE
 
Partiendo de este punto, conflictos de diversa naturaleza que han sido tipificados por los consteladores y que, por ejemplo, pudieron ocurrir en el entorno familiar de nuestros tatarabuelos, sin saberlo nos podrían estar afectando a nosotros en la actualidad, propiciando conductas lesivas, insatisfacción generalizada, problemas de salud, desequilibrios emocionales, fobias, dependencias, fracaso laboral e infelicidad.

A través de la sesión de constelación y con la cooperación de diferentes personas que se prestan a representar a nuestra familia directa, ancestros y otros personajes impredecibles, emergen a un plano consciente tales vivencias conflictivas, permitiendo su conocimiento y, como consecuencia, la oportunidad de una reconciliación sanadora. Cabe señalar que aquellos sujetos que cooperan en el levantamiento de una constelación representando al clan o linaje del constelado, pueden no conocerse entre sí y jamás deben poseer información previa de la persona y su problema. Por tanto, no son agentes conscientes del proceso.



En cierto modo, actúan casi como marionetas manejadas inicialmente por el terapeuta constelador –llamado facilitador–, representando un guión que todos desconocen y que fluye espontáneamente desde la memoria inconsciente y familiar del individuo. Aun a riesgo de resultar abusivo con el lenguaje informático, es como si los sujetos, haciendo uso de una especie de wifi, descargaran información y ejecutaran automáticamente programas que estaban almacenados en el servidor familiar.

No hay nadie mejor a quien acudir para entender este proceso que al propio Bert Hellinger, codificador y máximo exponente de las constelaciones familiares a nivel mundial. Con más de sesenta libros escritos y una intensa formación y experiencia en materias como filosofía, teología, pedagogía y psicología, Hellinger es el referente indiscutible en la materia que nos ocupa.

EN CONEXIÓN CON  LA MENTE GRUPAL
 
«Las constelaciones familiares se desarrollan muy fácilmente –explica el experto–. El constelador elige a unas personas del grupo para que representen a la familia del cliente, y éste las coloca enfrente de otras. Algunas veces es el cliente quien elige a los representantes. Éstos se sienten de repente como los individuos a los que están representando, a pesar de no conocerlos ni saber nada sobre ellos.

En ciertas ocasiones hablan con la voz de esas personas y presentan sus mismas enfermedades y problemas físicos. Por ejemplo, comienzan a temblar o no escuchan ni ven correctamente. Este fenómeno es difícil de imaginar y no se puede explicar convencionalmente. Si lo intentamos, podemos decir que el representante entra en otro campo espiritual. Rupert Sheldrake lo denomina campo morfogenético: una memoria colectiva de los acontecimientos y sentimientos relacionados de un determinado grupo. Incluso añadiría que dicho grupo tiene también una conciencia colectiva que le ordena lo que tiene que hacer o dejar de hacer para asegurar la pertenencia a ese campo espiritual y a su familia».

Los expertos en esta terapia suelen argumentar que resulta más difícil explicar qué son y cómo funcionan las constelaciones familiares que descubrir sus asombrosos e inmediatos efectos. La inmensa mayoría coincide en destacar que se genera una atmósfera especial. En mayor o menor medida, con más o menos conciencia, los presentes parecen conectar con una fuente de información fidedigna capaz de influir en su comportamiento y que les permite revelar asuntos insospechados, que constituyen la clave del problema que presenta el individuo que está «constelando».

Quizá en el futuro se pueda establecer si esa misteriosa fuente de información, que los consteladores suelen llamar campo de conocimiento, se corresponde con el concepto hermético de los archivos akásicos, con el inconsciente colectivo promulgado por Carl Gustav Jung, con los campos morfogenéticos teorizados por el controvertido biólogo Rupert Sheldrake o bien con el famoso campo punto cero que entreteje la materia y el vacío según los postulados de la física cuántica. Al menos en apariencia y con todos los matices, estos conceptos parecen referirse a lo mismo. También resulta curioso otro hecho significativo vinculado a esta interconexión: muchos consteladores aseguran que los efectos de la reconciliación que experimenta el cliente tienen un eco real y positivo entre los miembros reales de su familia, aunque éstos hayan sido completamente ajenos a la terapia.

PARECE MAGIA
 
Un ejemplo real proporcionado por el escritor y constelador John L. Payne en su obra Constelaciones familiares para personas, familias y naciones (Obelisco, 2007), nos permite descubrir el alcance de la propuesta que plantean los expertos en esta terapia. Lo protagonizó una mujer de mediana edad que acudió a una sesión para entender lo que sucedía con su familia, en la que el nivel de alcoholismo y suicidios era alarmante. «Dijo que hermanos, hermanas, tíos, tías, primos y otros muchos miembros de su amplia parentela habían padecido estas suertes o bien habían tenido unas vidas complicadas –explica Payne–. Al investigar sobre el tema, resultó que su tatarabuelo había sido el propietario de una plantación. Originalmente, aquellas tierras habían pertenecido a una tribu de una nación nativa americana que fue sacada de allí por la fuerza, muriendo muchos de sus miembros en ese trance. Más tarde, la tierra sería trabajada por los esclavos negros que se había comprado su tatarabuelo. Levantamos la constelación introduciendo en ella a su tatarabuelo, a los representantes de los nativos americanos, a los de los esclavos y a los de aquellos familiares que habían sido alcohólicos o se habían suicidado».

Payne describe como todos los individuos que representaban a la familia en la sesión de constelación cayeron al suelo, abatidos por la culpa y la angustia en medio de una enrarecida y cargada atmósfera. «La familia había sido muy rica –prosigue el experto– y había poseído muchas tierras, pero en el transcurso de las generaciones gran parte de sus riquezas y posesiones se habían dilapidado por culpa del alcoholismo, el juego y los suicidios. Con el fin de generar equilibrio y de llevar a cabo una especie de penitencia por aquellas riquezas ilícitamente obtenidas, los miembros del clan se sentían obligados a desprenderse tanto de sus posesiones como de las bendiciones que la vida les ofrecía. En tales casos, la manera de liberarse verdaderamente consiste en honrar el destino de los esclavos y de los nativos americanos, dándoles a unos y a otros un lugar en tu corazón y dejando la culpabilidad al tatarabuelo».

LAS TRES LEYES DE LAS CONSTELACIONES
 
Cualquier constelador experimentado podría proporcionarnos un puñado de ejemplos tanto o más asombrosos que el narrado por Payne; casos reales capaces de mostrarnos la gama de vivencias que acontecen en las sesiones. Pero, ¿cuál es el modus operandi y los principios que se manejan en esta terapia? Según el modelo teorizado por Hellinger –basado en su experiencia como constelador–, este sistema se rige por unas reglas que bautizó como órdenes del amor: normas básicas vigentes generación tras generación y cuya vulneración conduce a la desarmonía, a los conflictos e incluso a la enfermedad. Podríamos definir dichos patrones como la dirección correcta en la que el amor debe circular por la «carretera familiar», facilitando unas relaciones naturales y sanas.
Para Hellinger, los órdenes del amor se concretan en tres leyes básicas:
  1.  La pertenencia. Cada miembro de una familia tiene el mismo derecho de pertenencia. Nadie puede ser excluido y la pertenencia debe ser reconocida, tanto si están vivos como si no. El amor siempre es inclusivo. La exclusión puede responder a diferentes causas, desde un olvido involuntario anclado en generaciones pasadas al provocado conscientemente, por ejemplo a causa de la negación ante una muerte prematura. También se puede excluir a alguien por un comportamiento inadecuado.
  2.  El sistema jerárquico. El miembro que nació antes tiene prioridad sobre el que lo hizo después, adquiriendo unos derechos que deben ser reconocidos por los que llegan más tarde, que a su vez deben bendecir y agradecer la experiencia que les proporcionan los mayores. Esa ley se puede ver alterada por distintas causas. Por ejemplo, cuando un niño se ve empujado a ocupar el lugar del padre fallecido.
  3.  El equilibrio. Necesidad de equilibro entre dar y recibir en las relaciones. El desequilibrio genera conflicto y culpa, bien por recibir más de lo que damos o por dar más de lo que recibimos.
Como apunta Payne: «Los órdenes del amor rara vez están intactos dentro de una familia media (…) La alteración más común es la que viene causada por la muerte prematura de uno de los padres o uno de los abuelos, el fallecimiento de un hijo, un aborto, la marginación de algún miembro de la familia o un asesinato o una injusticia, sea del tipo que sea. Todos estos acontecimientos dejan un profundo impacto residual  en nuestra vida actual, aun cuando hayan tenido lugar tres, cuatro o cinco generaciones atrás».

UN UNIVERSO DE POSIBILIDADES
 
En contra de lo que puede aparentar, a pesar de que se trabaje con un grupo de gente, no es una terapia colectiva sino individual. En cada taller de constelaciones se incide sobre una sola persona, ya que el resto desempeñan el papel de representantes o colaboradores. De esta manera, en una sesión pueden estar presentes entre ocho y quince individuos. Cuando se levanta la constelación de uno de ellos, varios de los presentes pueden ser elegidos por el cliente o el facilitador, que les asigna un papel y los coloca en la sala de una determinada manera. Esa posición varía en función de lo que vaya surgiendo. No es raro que otras personas se sumen a la sesión ocupando nuevos roles, y algunos de los participantes se echen a un lado, quedando como meros observadores.

Una vez terminada la constelación, que suele durar entre 60 y 90 minutos, se puede iniciar otra sesión tras unos minutos de descanso. No es raro que se lleven a cabo tres o cuatro «funciones» por grupo y día. Cualquier duda sobre la naturaleza individual de la técnica queda definitivamente despejada cuando se trabaja con objetos: muñecos, pequeñas figuras geométricas, marcadores adhesivos para el suelo o incluso sillas, que desempeñan el papel de representantes simbólicos de la familia. En este caso el facilitador y la persona que protagoniza la constelación tienen un bis a bis. «Es como si dispusiéramos de un teatro en miniatura donde se representa nuestra vida y la de nuestros ancestros de una forma mucho más profunda de lo que nuestra mente ha ido componiendo a lo largo de su existencia. Son imágenes y movimientos reveladores que, gracias a estos muñecos, cobran vida», explica Luis Dorrego.

 De forma prácticamente unánime, tanto facilitadores como clientes aseguran que la mejoría, cuando no la solución definitiva, se produce desde la primera sesión, incluyendo en la carta de servicios asuntos tan diversos como las pérdidas y duelos de seres queridos, apoyo en separaciones de pareja, fobias, todo tipo de dependencias como tabaquismo y alcoholismo, traumas infantiles, problemas de pareja y con los hijos, depresión, obesidad e insomnio. También incorpora el abordaje de los estados de ansiedad, bulimia, infertilidad y falta de autoconfianza.

Los expertos aconsejan a la persona que quiere «constelarse» que se documente lo máximo posible acerca de los hechos más significativos de su familia, con especial detalle en aquellos asuntos silenciados, de los que se habla poco y que resultan incómodos. Así participaremos en una sesión mucho más precisa y funcional.

miércoles, 4 de septiembre de 2019

TUS MANOS, TIENEN PODER...


Todos los días bendice y honra tus manos ya que son tus herramientas de trabajo tanto físico como espiritual.

Por medio de ellas podemos transmitir tanto amor y sanación.

Ellas son muy sensibles y puedes sentir la energía que emanan otras manos con solo tocarlas, puedes sanar y enviar mucha luz, cuando alguna persona te solicite desde el amor, sanación o algún aspecto que tenga que sanar.

Las manos siempre las tenemos ocupadas todo el dia, en la computadora, cocina, manejando, orando, saludando.

Por eso hoy te invito que las bendigas con mucho amor, admíralas y diles que las amas y les agradeces por formar parte de tu cuerpo físico y espiritual en este plano.

En las manos tenemos chackras de sanación que cuando las bendecimos se activan y puedes sentir como emana una energía de amor y calidez única.


Gracias, gracias, gracias

martes, 3 de septiembre de 2019

LA ENERGIA DE LA SEXUALIDAD


Cuando se tiene una relación sexual con alguien comienza todo un proceso energético.

Principalmente los chakras raíz de ambos se unen y desde esa intimidad las auras se funden,
se fusionan para crear una gran energía áurica alrededor de ambos.

Al separarse, dejan una huella energética y kármica.

Cuando más relaciones se tienen con una persona, más profunda es la conexión.

Por eso a veces recuerdas tanto a tu ex o al amante o con quien hayas intimado, cambia tu vibración
y creas lazos energéticos que los unen donde posteriormente se siguen transmitiendo energía a nivel sutil.

En cada relación se adquiere parte de la energía del otro


Si tienes relaciones con gente densa, inconsciente, carente de luz y amor, inestable...
Adquieres lo mismo...


Cambias a un paradigma en que nada te hace feliz aunque tengas muchas razones para serlo


Si la otra persona hizo algo que marcó su karma, también lo adquieres tú y eso atrae a experiencias negativas.


Por el contrario si tienes relaciones con alguien consciente, lleno de luz, de amor y que mantienen su energía limpia, se genera un maravilloso intercambio de energía positiva para ambos individuos. 


Ambos se elevan en amor y consciencia.


La energía del amor y la sexualidad es tan grande y mágica que los hace vibrar tan alto que llegan a un estado expandido de la consciencia.


Esa energía también queda en ti como nuevos códigos de luz .


Si te acuestas con una persona con pareja, en consecuencia adquieres la energía de esa persona y su pareja (y las parejas de su pareja)


Pero todos hemos tenido sexo casual, aventuras y/o locuras...


Tranquilos, no hay culpables, solo personas inconscientes y se puede cambiar cuando se decide.


- Primero por vibración: Atraemos lo que somos.


- Segundo por aprendizaje: La otra persona es un reflejo de ti, te mostrará tus sombras para que puedas reconocerlas y mejorar.


- Tercero por conflictos internos: No te amas, no te valoras... (Relacionado con las anteriores)


En consecuencia te relaciones con personas de tu misma vibración. 


Incluso puedes llegar a enamorarte de alguien así, con la incapacidad de amarte y valorarte hasta llegar a usarte. 

Pues vibracionalmente percibe tu necesidad de amor. Pero solo refleja la relación contigo mismo

Ámate a ti y amarás al otro y los otros te amarán.

Esto no es una invitación a que no tengan sexo, al contrario


¡ Hagan el AMOR cuántas veces quieran ! 


Pero antes de eso vibren alto, para atraer una persona con la que puedan ser estable y que les ayude a crecer y no que les tiren hacia abajo.

Las personas que vibran alto saben elegir el amor y la luz.


Jamás duermas con alguien que no te gustaría ser..

domingo, 1 de septiembre de 2019

SIGNIFICADO DE LAS ADICCIONES A NIVEL EMOCIONAL


Las adicciones están relacionadas al núcleo familiar, a la sobreprotección materna y a la ausencia del padre. Ambos casos por falta de amor incondicional.

 - Alcoholismo: Está relacionado con el deseo de huir de las responsabilidades físicas o afectivas por miedo a estar herido y ser lastimado otra vez.

 - Tabaco: El tabaco está relacionado con conflictos de la madre, vivir una situación profunda de soledad. Falta de comunicación con la madre o exceso de sobre protección. Falta de libertad e independencia.

 - Obesidad: Tratar de saciar el hambre de amor con comida. Cuanto más se come, mayor es el hambre.

- Chocolate: La necesidad del amor y la dulzura de papá. Conflictos severos con el padre.

- Azúcar: La necesidad de endulzar la vida, compensando la sensación de falta de amor.

 - Adicción al sexo: Deriva desde un inconsciente familiar y ancestral religioso, en el fondo de la creencia del "pecado al sexo " Condicionamientos antiguos, ideologías del siglo pasado que debes liberarte.

 - Adicción al Trabajo: Vivir con demasiado estrés para no sufrir carencia. Debo demostrar que mi vida es productiva y reconozcan que valgo para algo.

 - Adicción al ejercicio: Dificultad de aceptarse a sí mismo. Dependencia de su estado físico (fuera) para cubrir y llenar el vacío (Interior) de carencia afectiva.

Si sufres este tipo de adicciones debes ir al origen de la raíz de tu historia familiar y perdonar lo que haya que perdonar por ti, por tus ancestros para que puedas liberarte de toda esta carga y puedas vivir en plenitud.
 

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